PENULTIMAS REFLEXIONES

Siempre ha de ser la penultima, por si acaso. Lo que es seguro (si nada se tuerce) es que seran las ultimas escritas desde un ordenador en India y sin las (mis) anyoradas "ny" espanyolas, y los acentos. En unas horas nos vamos al aeropuerto, y llega el final del verano para nosotros.
Hemos vivido, cada uno a su manera, que para eso somos individuos e individuales, un viaje. Nuestro viaje. Es cierto que gracias al ciberespacio, hemos compartido con ustedes trocitos de nuestros dias, de nuestras idas y venidas, y hemos recibido desde casa noticias y carinyo, que siempre se agradece, y no poco. Esperamos veros, y seguir compartiendo con vosotros otras muchas vivencias, quien sabe si incluso desde casa os podamos animar en vuestras futuras aventuras, aunque cuerpo a cuerpo siempre sabe mas gustoso.
Gracias a todos/as por estar cerca.
Para acabar (quedamos que por ahora) solo recordar, a quien le interese, que hemos estado de vacaciones, viajando, riendo y engordando, en un pais graaaande, muyyyyy grande. Dicen los libros que unos mil millones de personas (con letras y no cifras queda mas humano). Muchos de ellos, quizas incluso la mayoria, pasan hambre, sobreviven mas propiamente que viven. Anoche paseando por Bombay, a unos metros de nuestro hotel, los pesados vendedores de "todo"(recuerdos, tours, drogas o globos de colores) duermen en el suelo junto a las cuatro maderas que son su negocio, algun afortunado incluso en el "mostrador" de su improvisado muestrario de camisetas o llaveros. Viven hoy, sin proyectos ni hipotecas, sin el problema de conjuntarse la ropa o la "terrible" crisis financiera que preocupa a otros. Para estos muchos la crisis es la del precio del arroz (otro dia discutimos por que sube) o simplemente si manyana comere (lease con acento).
Alguien me dijo ( perdon pero no recuerdo quien), que es en estos viajes -vivencias cuando mas facil tenemos el aprender la diferencia entre preocupaciones y problemas. En casa, tenemos muchas preocupaciones, y algunos problemas (algunos mas que otros, claro). Yo al menos, intento aprender a diferenciarlos, y sobre todo a disfrutar y saborear todo cuanto hay para valorar.
Valorar lo bien que vivimos y darle la justa trascendencia a nuestros males (Nadie piense que busco la beatificacion, al contrario, pienso seguir quejica y lloron).
Perdon, tenia que hacerlo, es justo y real. Al ser al final, el discurso pseudo-moral es cosa mia (Nacho) y para nada he consultado con mis colegas viajeros, ruego les exculpen de cualquier responsabilidad.
Un beso de los cuatro a quien le interese recibirlo (abrazos a los/las mas castos)

(Esta vez no firmamos, para no herir sensibilidades)